Se realizó el tradicional cambio de guardia del Regimiento Patricios

22/05/2010 | 20:49 Tras el desfile militar y la caravana de las Provincias, llegó uno de los momentos más emocionantes de los festejos: el relevo de guardia del Regimiento de Patricios en el Cabildo. 
En el centro neurálgico del mayo de 1810 y actual sede del museo de la gesta histórica, fue protagonista uno de los momentos más emotivos de los festejos. La noche del 24 volverá a abrir sus puertas al público

Tras el desfile militar y la caravana de las Provincias, llegó uno de los momentos más emocionantes de los festejos: el relevo de guardia del Regimiento de Patricios en el Cabildo.

"Es un momento muy emocionante, comparto la misma emoción de la Presidente de la República. Estar bajo estas paredes es un enorme orgullo", sostuvo el secreatario de Cultura, Jorge Coscia, durante el cambio de guardia.

Alberto Petrina, a cargo de la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos que puso en valor y acondicionó tecnológicamente el histórico edificio, afirmó que "el Cabildo, recuperado y resignificado como un museo del siglo XXI, es el único testigo arquitectónico civil de los 200 años de vida independiente de nuestra patria".

Los orígenes del actual edificio "se remontan al siglo XVIII, aunque los vestigios de tal época se limitan a las fundaciones y a algunos sectores de sus muros y el resto es producto de las constantes reformas", dijo Petrina, que es profesor titular de la cátedra de "Historia de la Arquitectura", de la UBA.

El emblemático edificio, que es sede de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, conserva una sala que reproduce sencillamente el antiguo salón de deliberaciones de aquel 25 de Mayo de 1810.

La fachada del Cabildo en esos años estaba formada por 2 niveles de 11 arcadas, tenía una torre central con reloj y un corredor que llegaba a la plaza y, en el interior, se extendía a las dependencias, donde funcionaba una cárcel.
Petrina explicó que "las mutaciones sufridas por el viejo Cabildo responden con claridad meridiana a los cambios en el gusto de nuestras élites".

En este sentido, señaló que "para los hombres del Centenario (1910) la simpleza de la arquitectura colonial rioplatense se situaba en las antípodas del afrancesamiento urbanístico-arquitectónico adoptado para Buenos Aires".

Por ese motivo, "el edificio fue `travestido` con el lenguaje del `academicismo`", explicó Petrina, al señalar que "se le agregaron varios cuerpos a la torre -hasta que peligró su estructura-, para terminar volteándola y amputando luego tres arcadas de cada una de las alas norte y sur".

En 1940 el Cabildo "fue restaurado -en realidad, casi completamente reconstruido- por el arquitecto Mario Buschiazzo, quien, con la mejor voluntad y su reconocido oficio, le dio el aspecto con que ha llegado hasta nosotros", sostuvo.

"Pero, si lo pensamos bien, el Cabildo actual le debe su figura no sólo a la intervención bienhechora de Buschiazzo, sino a la fiebre de progreso de la Generación del 80 y a la tilinguería intrínseca del carácter porteño", ironizó el experto en Patrimonio.


Dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación cuyo titular es Jorge Coscia, la Dirección de Patrimonio "contó para las obras de puesta en valor y acondicionamiento del edificio de Bolívar 65, con el trabajo del equipo técnico dirigido por Elina Tassara, una prestigiosa arquitecta que participó en la restauración de la capilla Sixtina", destacó Petrina.

El arquitecto señaló que el Museo es dirigido por María Angélica Vernet y sostuvo que Gabriel Miremont, responsable entre otras obras, del montaje museológico del Museo Evita de Buenos Aires y del Museo de Arqueología de alta montaña de la provincia de Salta, fue el coordinador de la nueva puesta museográfica del Cabildo.

En cuanto a las obras, Petrina dijo que "el Cabildo, que cerró sus puertas en febrero, fue equipado con una moderna museografía dirigida a poner en valor los objetos testimonio del pasado que, sumados a la más moderna tecnología, acercan al público a los orígenes de nuestra historia".

La puesta en valor de los techos de tejas, y de los espacios interiores y exteriores, sumadas a la renovación del sistema de iluminación y a la restauración de la carpintería de madera y herrería, fueron algunas de las obras que se completaron con la actualización del sistema de seguridad y telefonía del edificio.

"El proyecto museográfico y museológico se realizó con moderno equipamiento tecnológico para la exposición del acervo histórico", indicó Petrina.


Las obras, cuyo proceso licitatorio estuvo a cargo de la oficina para Proyectos de las Naciones Unidas (UNOPS), con fondos de la propia secretaría, se ajustó por su valor patrimonial e histórico a los lineamientos de preservación y conservación del Patrimonio, autorizados por la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos.  

Comentarios

Entradas populares